La parisina

«Las calles de París se extendían como venas vivas, pulsando con la energía de una ciudad eternamente despierta. Caminar por sus adoquines era sumergirse en un laberinto de historias, donde cada esquina revelaba un secreto y cada callejón estrecho escondía un romance por descubrir.

El aroma del café recién hecho se mezclaba con el dulce perfume de las pastelerías, invitando a perderse en el deleite de los sentidos. Los bulevares anchos y majestuosos, como el emblemático Boulevard Saint-Germain, exudaban elegancia y sofisticación, mientras las boutiques de moda desplegaban su seducción en los escaparates.

Pero no eran solo las grandes avenidas las que cautivaban el corazón de los transeúntes. En los callejones estrechos del barrio de Le Marais, los edificios antiguos parecían susurrar antiguas historias de amor y revolución. Las pequeñas plazas escondidas entre las calles adoquinadas ofrecían refugio y calma en medio del bullicio de la ciudad.

Y luego estaba el río Sena, un testigo silencioso de la vida parisina. Sus orillas albergaban artistas y filósofos, parejas que paseaban de la mano y amigos que compartían risas y vino. Los puentes que cruzaban el río, como el famoso Pont Neuf, unían las orillas y simbolizaban la conexión entre el pasado y el presente, entre los sueños y la realidad.

París era una sinfonía de sonidos y colores, donde el arte y la cultura fluían por las venas de la ciudad. Cada calle, cada rincón era una oportunidad para descubrir algo nuevo, para perderse y encontrarse a sí mismo en medio de la eterna belleza de la Ciudad de la Luz.»

«A Moveable Feast»

– Ernest Hemingway

Onda Vespa


Vespear en una mañana de domingo a primera hora puede ser una experiencia increíblemente gratificante. La sensación de libertad y aventura que se siente al rodar en Vespa es difícil de comparar con cualquier otra actividad.

El aire fresco de la mañana temprana te envuelve mientras te desplazas por las calles, lo que te hace sentir más despierto y alerta. El sonido del motor de la moto y el viento en tus oídos crean una atmósfera única que te hace sentir completamente vivo.

Además, en una mañana de domingo temprano, las carreteras y las calles suelen estar menos transitadas, lo que te permite disfrutar de las sensaciónes sin tener que preocuparte tanto por el tráfico. Puedes sentir el viento en tu cuerpo mientras conduces, lo que te hace sentir en sintonía con la moto y la carretera.

Una experiencia emocionante y estimulante que puede hacerte sentir más conectado con lo que te rodea y contigo mismo.

Salida Vespa Club Paris 1962-1963

Durante los años 60, las vespas se convirtieron en un símbolo de moda y libertad, especialmente en Europa. Las concentraciones de vespas, o «rallies», eran comunes en toda Europa y reunían a entusiastas de las motocicletas de todas partes para recorrer juntos largas rutas.

En París, el rally más conocido era el «Paris-Vienna», que comenzó en la capital francesa y recorría más de 1,000 kilómetros a través de Francia, Suiza y Austria. La concentración era organizada por el Vespa Club de Paris y atraía a cientos de participantes.

Durante la ruta, los participantes llevaban chaquetas de cuero y cascos y viajaban en grupos a través de las carreteras de Europa. En las paradas, los participantes socializaban, intercambiaban historias y trabajaban juntos para mantener sus vespas en buen estado de funcionamiento.

Estas salidas eran eventos populares que atraían a entusiastas de las motocicletas de toda Europa. Los participantes viajaban juntos en grupos y disfrutaban de la camaradería de la ruta y la emoción de conducir sus vespas en carreteras pintorescas y llenas de curvas.

Japón brutal


En la terrible carretera nº 425 (Gifu – Wakayama – Owase – Gifu) en una VESPA P200 y una P125X.
Esta es una de las tres carreteras más peligrosas de Japón, que pasa de Wakayama a Owase.
Uno de los cruces del paso… con muchas rocas caídas.