Encarna Gómez, mecánica de motos
Encarna Gómez (Madrid, 1976) y su hermana iban al taller con su padre cuando eran pequeñas. Creció entre ruedas, espejos, sillines y manetas en el número 2 de la calle de Piamonte, en Madrid. No recuerda en qué momento decidió que iba a ocupar el lugar que, hace años, dejó su padre, Manuel Gómez. “Ocurrió”. Empezó a estudiar administración, pero lo dejó para ser tornera fresadora, era la única chica de su clase. Estudiaba por las mañanas y trabajaba por las tardes. “Al principio solo era echar una mano, iba, venía, aprendía… Llevo aquí desde 1991, más o menos”. En ese taller, uno de los más antiguos de la ciudad, Gómez empezó no solo a reparar motos sino a conocerlas: “Son una de mis pasiones, tengo dos y voy a concentraciones tanto de Vespa como de motos más potentes”. El de las dos ruedas, un mundo tremendamente masculinizado todavía, encuentra un paréntesis en el centro de Madrid; Vespa Roma -así llamó al negocio Manuel Gómez cuando lo abrió en 1958-, está ahora dirigido y atendido por cuatro mujeres, Encarna, su madre y sus hermanas.
Reportaje completo de Andrea Comás e Isabel Valdés en El País
Debe estar conectado para enviar un comentario.