No la pintes XXXV

El animismo es una creencia que atribuye características y cualidades animadas, como conciencia y voluntad, a objetos inanimados, fenómenos naturales o entidades abstractas. Cuando se aplica al contexto de las máquinas, el concepto de animismo sobre las máquinas implica atribuir características humanas o cualidades animadas a dispositivos tecnológicos o sistemas automatizados. Esta perspectiva puede surgir debido a la interacción cada vez más compleja entre las personas y la tecnología, así como a la tendencia de darle a las máquinas ciertos rasgos antropomórficos.

En el ámbito del animismo de las máquinas, las personas pueden percibir o tratar a los dispositivos tecnológicos como si tuvieran conciencia, intenciones o emociones similares a las humanas. Esto puede reflejarse en la manera en que las personas interactúan con sus dispositivos, asignándoles nombres, hablándoles o incluso atribuyéndoles características emocionales.

El animismo sobre las máquinas no implica que las máquinas realmente tengan conciencia o intenciones propias. Más bien, es una interpretación subjetiva y cultural de la interacción humana con la tecnología. Este fenómeno puede tener implicaciones en el diseño de interfaces de usuario y en la aceptación social de la tecnología, ya que la percepción de las máquinas como entidades animadas puede influir en la forma en que las personas las utilizan y se relacionan con ellas.